fragmento asíncrono

24 de mayo

Un 24 de mayo de 1822, en las faldas del volcán Pichincha, las fuerzas libertarias encabezadas por el Mariscal José Antonio de Sucre, orgullosamente venezolano, sellarían un capítulo de gloria en pos de la primera independencia de Quito, del yugo español.

Para revivir esta épica hazaña es necesario escribir con mayúsculas la verdadera historia –siempre oculta- para favorecer los intereses de la clase criolla dominante que habría de sustituir a la infame realeza ibérica, con una gavilla de gamonales religiosos y seglares que se apoderaron gradualmente de las tierras y sometieron a peor esclavitud a cholos e indígenas; marcando en sus muñecas las cadenas de una segunda conquista y esclavitud que aún se mantiene, en más de 180 años de vida republicana del Ecuador.

En la gloriosa Batalla del Pichincha se inmoló el niño héroe Abdón Calderón, quien siguiendo el ejemplo de su padre Francisco Calderón, cubano de sepa, también ofrendaría su vida por la causa independentista ecuatoriana, en la gesta de Tarqui.

Patriotas cubanos y venezolanos participaron en la Batalla del Pichincha, escribiendo con tinta sangre el ejemplo internacionalista de la lucha por la libertad de nuestros pueblos. Hoy, en pleno siglo XXI, el mejor reconocimiento que se le puede hacer a los patriotas que ofrendaron sus vidas por nuestra independencia, es la firma conjunta de 12 naciones latinoamericanas, para consolidar la UNIÓN DE NACIONES DEL SUR, UNASUR, sueño acariciado por Simón Bolívar, a lo largo de toda su vida.

Así como el Mariscal José de Sucre caería victimado en Berruecos por el Caín de América, negando para estas tierras la consolidación de la Gran Colombia , resulta censurable la posición del presidente Álvaro Uribe, quien fiel a las ordenes que recibe de Washington, se negó a firmar el documento que crea el Consejo de Seguridad regional, en una clara demostración de divisionismo.

Allá él y su obsesión laca yesca. Es tiempo de romper las cadenas de la sumisión ante el imperialismo norteamericano, es hora de potenciar esfuerzos a fin de enfrentar a las multinacionales y demás monopolios, cuyos intereses desconocen patria alguna y, obedecen al imperativo del saqueo de las riquezas que atesora Sudamérica, bajo el membrete de la libertad de empresa, el progreso capitalista y la apertura a la inversión extranjera.

Este 24 de mayo hay que reafirmar la voluntad de los pueblos latinoamericanos por fortalecer el Banco del Sur; es urgente apoyar el proyecto de la Alianza Bolivariana (ALBA), donde pueblos hermanos como Venezuela, Bolívia Cuba y Nicaragua ya han iniciado pasos firmes de cooperación. Conviene acelerar el proceso para la creación de la unidad monetaria del sur, en aras de consolidar las reservas monetarias regionales y crear un bloque indisoluble, listo para enfrentar la globalización en un mercado mundial altamente competitivo.

En el caso de Ecuador, el gobierno de Correa debe tomar los correctivos necesarios para recuperar las áreas estratégicas, como son la telefonía, el sector petrolero, minero, etc. En este sentido, Bolivia y Venezuela han dado pasos firmes para rescatar las empresas públicas y así, ponerle un alto a las transnacionales que amenazan la soberanía del país.

Sea este 24 de mayo una fecha propicia para renovar los votos antiimperialistas, nacionalistas e integracionistas, donde el pensamiento de Fidel y José Martí de Cuba; Eloy Alfaro y Rumiñahui de Ecuador; Guaycapuro, Sucre, Bolívar y Chávez de Venezuela; San Martín y El Ché de Argentina; Sandino y Ortega de Nicaragua, Velasco Alvarado y Tupac Amaru del Perú; Tupac Catari y Morales en Bolivia, etc, levanten las voces de unidad latinoamericana y eleven un grito antiimperialista que retumbe sobre la faz de la tierra.

PRENSA ALTERNATIVA