fragmento asíncrono

Cuento sobre una familia disfuncional


Guayaquil, 27 de enero de 2009.

Transcribiré parte de un cuento que me pareció muy curioso:

La historia es sobre un hogar formado por el papá y muchos hijos, los que tenían varios negocios que daban buenas ganancias. Cuando los hijos llegaron a la edad adulta, todos los negocios fueron aglutinados en una sola sociedad donde todos tenían participaciones en partes iguales, y delegaron al papá como administrador general, ya que este les había dicho que sabía como hacerlo. Para realizar su trabajo, el papá, elaboró un reglamento pero apenas lo presentó, varios de sus hijos lo incumplieron y el papá se hizo el que no se daba cuenta.

El producto más rentable que tenía esta familia era uno donde solamente tenían que hacer un hueco en la tierra para recogerlo. Como había cada vez más dinero, el papá lo gastaba en lujos que antes no había tenido pero que siempre los deseó. Se compró un avión tan lujoso que en cierta ocasión en que varios de sus hijos menores le pidieron que los deje subir, aceptó con la condición que se coloquen unas fundas plásticas en los zapatos, para que no lo ensucien. También se construyó un trencito pero como no lo sabían manejar se volcó.

Cuando el papá ordenó que le construyan varios caminos, el hijo a cargo del trabajo entregó al contratista, como anticipo, casi la totalidad del valor de la obra; este hijo era mentiroso, había hecho creer a los demás miembros de la familia que ya había construido un enorme puente, pero la realidad era que apenas se había iniciado la obra, y para lograr su ardid elaboró en una computadora un video donde se veía puente con camiones pasando, y difundió el video como real.

Otro hijo al que le gustaban los deportes, organizó unas olimpiadas para toda la familia, y se dio a la tarea de construir las canchas y demás infraestructura deportiva; por muchos años dichas olimpiadas serán recordadas como las peores de la historia familiar porque estas se desarrollaron cuando las canchas no se habían terminado de construir pero ya se había pagado por ellas.

La abundancia de dinero tenía atontado al papá, se había olvidado que solamente era el administrador de un negocio que era de toda la familia, por lo que cada vez más hijos empezaron a dudar de su capacidad como administrador.

Cuando se inició una crisis económica mundial, el papá tranquilizó a la mayoría de sus hijos diciendo que a su familia eso no le afectará; varios de los hijos le contradijeron, lo que lo molestó; hasta que el preció del producto que recogían del suelo cayó.

Por culpa de la crisis, ordenó que a sus hijos más pequeños no les pongan pañales desechables, que las hijas que quieran utilizar toallas sanitarias paguen más o que regresen a métodos medievales, el detergente costaba lo mismo pero su peso era menor, en total eran cientos de productos que subieron de precio. El papá decía que era una medida necesaria hasta salir de la crisis, pero el seguía siendo el derrochador de siempre; cada mes se iba a algún país extranjero y llevaba a sus amigos a pasear y a todos los demás hijos obligaba a pagar los planillas, gastaba mucho dinero en promocionar por la prensa ciertas premisas que cada vez eran más cuestionadas por sus hijos:

?La culpa de la crisis económica es de los anteriores administradores?.

Pero sus hijos veían que escogió a varios de los antiguos administradores como colaboradores.

?Este administrador tiene las manos limpias?.

A esto una hija le contestó, si las tienes limpias será porque no trabajas; el papá le dijo a gritos que estaba loca.

?La deuda que tiene la familia con ciertos extranjeros es ilegítima por lo que no la pagaremos?.

Sin embargo, a los pocos días pagó los intereses y anunció que compraría los pagarés de esta deuda; ante esto varios hijos dijeron que si su papá compraba algo de procedencia ilegal se convertiría en cachinero.

Al inicio del presente Comentario califiqué al cuento referido como curioso porque no creo que exista una familia donde realmente se den estos acontecimientos, considero que una familia que cuente con hijos con mediana inteligencia no toleraría a un papá que derroche el patrimonio familiar en satisfacer su ego y la avaricia de unos cuantos hijos - que se habían ganado su favor porque eran adulones - en desmedro de la mayoría.

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Nicolás Brito Grandes