fragmento asíncrono

Falta de perspectiva

Guillermo Navarro Jiménez

El poder, cuando no se lo sabe administrar, obnubila. Nos induce a adoptar decisiones como si no existiesen los “otros”. A no considerar en absoluto sus postulados. E incluso a despreciarlos, sin percatarnos de la reacción que ello puede generar.

En el Ecuador actual, Acuerdo País en la Asamblea Constituyente se ha obnubilado. Se desatiende de los “otros”. Propone una estructura para la nueva constitución, en la que niega la plurinacionalidad, la tesis más cara al movimiento indígena, al plantear que en el Ecuador, Estado Nacional de Naciones, sólo existen pueblos.

Las razones para tal desafuero son evidentes: negar la posibilidad de que se reconozca la territorialidad de nuestras Naciones ancestrales, en el objetivo de tener cancha abierta para la explotación petrolera y la minera a gran escala, e incluso de cielo abierto, en los territorios de esas nacionalidades.

En su ceguera política asumen que este cambio, al que seguramente lo consideran parte de la transformació n que proclaman, no tendrá respuesta. Parecen desconocer o minimizan, la anunciada marcha del 11 el presente mes, ese gran preaviso de lo que vendrá con fuerza creciente. Y es que el problema de la explotación petrolera en zonas de reserva como el Yasuni, por la devastación ecológica que produce, o la explotación minera, por la contaminación de las aguas, no sólo movilizará a los pueblos indígenas. Será el detonante que congregará a todos los movimientos sociales que mantienen abierta oposición, principalmente en defensa del agua y de los ecosistemas.

Su obcecación es tal, que parecen no recordar las palabras pronunciadas por interminables comisiones que se pronunciaron, en contra de aquellas pretensiones, en el seno de la Asamblea Constituyente. Su extravió les lleva a olvidar que uno de los principales objetivos de los foros internos y externos, ha sido el agua, el elemento que es el principal afectado por las prácticas que se pretende implementar, como lo anuncia igualmente el Proyecto de Ley Orgánica para la Recuperación del Uso Público de los Recursos Petroleros del Estado, el cual restringe el estudio de viabilidad de los proyectos a ser financiados con crédito, a la sola viabilidad económica y financiera, en el mejor estilo de los mejores días del neoliberalismo.

El extravío, la pérdida de perspectiva, no les permite percatarse que su negativa a reconocer la realidad objetiva, les alinea con las tesis que la derecha ecuatoriana, que les vuelve compañeros históricos. Coparticipes en la defensa de tales tesis con los grandes medios de información, los que igualmente plantean que el aceptar esa verdad insoslayable, conducirá a la disolución del Estado Nacional. A la vez que proclaman, ellos sí abiertamente, que el gobierno del Presidente Correa, debe inaugurar la era de la gran minería.

Esperemos que sean capaces de quitarse la venda de los ojos, antes de que la incontenible movilización popular se encargue de hacerlo.

Montecristi, 26 de febrero del 2006