Prometió que iba a fortalecer a Petroecuador apoyando con inversión directa para reactivar la producción petrolera venida a menos por la falta de apoyo económico de los gobiernos de turno. Aseguró que los campos petroleros estatales en plena producción, donde lo único que hay que hacer es invertir fondos que sí los tiene el país, para incrementar la productividad, seguirán en manos de Petroproducción. Garantizó que –siendo mandato del pueblo la nacionalización del petróleo, iba a actuar en consecuencia al clamor popular para recuperar el petróleo, en beneficio de los 13 millones de ecuatorianos. Siendo un negocio altamente rentable y sin riesgo calificó como traición a la patria, cualquier decisión que comprometa la soberanía petrolera del Ecuador.
Ofrecimientos que se los llevó el viento, pero, que el pueblo en su retina no ha olvidado, pues cuando una persona no cumple con sus promesas, cae fácilmente en el descrédito, su palabra vale menos que 5 centavos.
Sin medias tintas el gobierno acaba de entregar tres campos petroleros en plena producción, como Singue, Pucuna y Puma, regalando una inversión millonaria a empresas petroleras, que sin duda habrán recibido la decisión, como navidades adelantadas y, la lotería petrolera, pues tan solo tendrán que confirmar y explotar las reservas ya descubiertas que le entrega en bandeja de plata, el generoso estado ecuatoriano (Súmele los otros campos Tetete, Tapi y Frontera, que son parte del remate petrolero, en camino).
Mientras tanto, las amenazas y continuos extravíos de Correa con sus declaraciones de licitar los campos maduros de Petroecuador, van cobrando fuerza con la entrega del Campo Sacha a PDVSA, con la publicación en la prensa de la licitación internacional del Campo Auca a la empresa privada. El pueblo debe reflexionar que LOS TÉCNICOS NACIONALES ESTAMOS CAPACITADOS PARA OPERAR CUALQUIER CAMPO PETROLERO, QUE AL ASOCIARNOS CON EMPRESAS PRIVADAS ESTAMOS COMPARTIENDO CON GRANDES CAPITALISTAS, CIENTOS DE MILLONES DE DÓLARES QUE SE NECESITA PARA RECONSTRUIR ESCUELAS, HOSPITALES, SERVICIOS BÁSICOS EN TODO EL PAÍS, PUENTES Y CARRRETERAS. PARA PAGAR EL SUELDO DE MAESTROS, EMPLEADOS PÚBLICOS, FUERZA PÚBLICA, ETC.
¿Dónde quedaron sus palabras señor presidente? cuando dijo: “Prefiero contar con un Petroecuador ineficiente, que me entregue el 100/100 del petróleo de los campos del Oriente, a seguir tolerando que las privadas se lleven el 80 % de la producción…”
Los recursos naturales, fuente de corrupción y ambición desmedidas, se disputan los vendepatria, como los romanos con la túnica de Cristo. Infamia del saqueo que hoy se materializa con el gobierno sociolisto de la ID y Alianza País.
En el gobierno de la revolución ciudadana ni siquiera se hace respetar el Decreto Ejecutivo expedido por el Primer Mandatario, referente a la Ley 99-1, que redistribuía el excedente de los precios del barril del petróleo con las petroleras privadas, beneficiando en el 99% del mismo, al país. Hoy, el iluminado Director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx C. acaba de sentenciar que con la nueva Ley Tributaria, las compañías ya no entregarán el 99% sino el setenta. ¿A quién se perjudica con estas decisiones de última hora? Al pueblo del Ecuador, por supuesto.
Y no solo eso, como ya es costumbre en el régimen izquierdista, se llenan la boca de cinismo para recordar que las petroleras adeudan la módica suma de 343 MILLONES DE DÓLARES, de los ingresos extraordinarios y, aquí no pasa nada. Un gobierno responsable con el país, no vacilaría en iniciar los juicios de coativa para recuperar dineros evadidos por empresas morosas. Un gobierno verdaderamente revolucionario ya habría aplicado la Ley de Hidrocarburos, para caducar inmediatamente los contratos con las petroleras, pues claro dice la ley que es causal de caducidad de los contratos la evasión de impuestos.
Gobierno alcahuete de las empresas privadas, eso es lo que es el actual regimen de Alianza País. Coca Cola de EE.UU. debe al fisco cerca de 24 millones de dólares, y no pasa nada; Porta de España adeuda casi 150 millones por evasión de impuestos y, aquí todo vale, más se alarma la cúpula del poder por el robo de la cruz de la Custodia de Riobamba, que del perjuicio multimillonario a los fondos públicos.
Correa de manera paladina afirma que es su deseo que “Repsol YPF sea la empresa extranjera emblemática”, pero acaso ha olvidado y si es así, le recordamos revisar en su biblioteca las revistas de El Petrolero, que se le entregaron mientras era analista económico y candidato a la presidencia, en las que se denunció que esta petrolera debe al estado más de 100 millones de dólares por no pagar la tarifa real de transporte de crudo por el SOTE; que adeuda más de 270.000 barriles de crudo que Petroecuador le prestó para las pruebas de funcionamiento del oleoducto privado OCP. Y lo que es más grave, que Repsol YPF es responsable de liquidar literalmente los yacimientos y reservas petroleras en los campos Bogi Capirón, Tivacuno y el Bloque 16, pues tan solo basta chequear que de los 120 pozos que tiene en producción, cerca de cien han sido inundados de agua de formación -hasta en 95%-, a causa de la sobreexplotación indiscriminada. Si, como dice la nota periodística, Repsol produce 65 mil barriles diarios, cerca de 1 MILLÓN DE BARRILES DE AGUA TÓXICA, son en teoría reinyectados al subsuelo, hecho que no ha permitido evaluar hasta hoy, el daño irreparable que se ha causado al medio ambiente y a las comunidades que sobreviven sometidas al todopoderoso estado de sitio, que impone el sistema de seguridad privado, en plena selva ecuatoriana.
Un gobierno verdaderamente patriótico ya habría caducado el contrato con Petrobrás, habida cuenta que se ha comprobado legal, técnica y científicamente el fraude y estafa al Ecuador, con el Convenio de Operación Unificada del Campo Palo Azul, que fue entregado a la empresa privada, a precio de gallina robada. Del mismo modo, el presidente hace caso omiso a la presión moral que ejerció en su momento, el pedido mediante carta pública, que hizo el presidente de la Asamblea Constituyente , Alberto Acosta, sobre la caducidad del contrato con Petrobrás por violar la Ley , al transferir acciones de bloques petroleros, sin haber consultado previamente al ministerio de Energía.
La paciencia del pueblo está llegando al límite, mientras el procurador Xavier Garaicoa cumpliendo con su deber como abogado del Estado, ha pedido oficialmente que se inicie el trámite de caducidad del contrato de Petrobrás, el ministro de Minas y Petróleo Galo Chiriboga, se lava las manos y, presiona el acelerador para avanzar en la renegociación de los contratos, por al menos 5 años más. Y que no se diga que el popular presidente Rafael Correa no sabe del asunto, pues en estos días se apresta a autorizar la renovación de contratos petroleros dolosos y fraudulentos.
En el delito de evasión tributaria están involucradas compañías como City, Repsol, Petrobrás, Andes Petroleum, Perenco, AGIP, etc, y el gobierno se hace de la vista gorda. Mas bien se apresta –con la complicidad de los medios de comunicación anti patria de la derecha- a santificar el atraco del petróleo, bajo la aureola del socialismo del Siglo XXI.
PRENSA ALTERNATIVA