fragmento asíncrono

NO SE ADMITE PERDÓN Y OLVIDO PARA LOS NEGOCIADORES DE LA DEUDA EXTERNA

JUBILEO 2000 RED GUAYAQUIL

NO SE ADMITE PERDÓN Y OLVIDO PARA LOS NEGOCIADORES DE LA DEUDA EXTERNA , UTILIZADA POR LOS ACREEDORES PARA REALIZAR EL MAYOR ATRACO DEL SIGLO.

El endeudamiento agresivo e irresponsable iniciado en 1976 se constituyó por más de 30 años en una herramienta de explotación y de saqueo de los recursos de los ecuatorianos por parte de la banca internacional y nacional, con la complicidad de los gobiernos y altos funcionarios de turno.

Durante estas tres décadas se pagaron más de cien mil millones de dólares por el servicio de una deuda injusta, agrandada por la socialización de deudas privadas, la práctica de la usura, la capitalizació n de intereses y la renegociación permanente exigida por los acreedores para resucitar papeles devaluados en el mercado por deudas frescas y exigibles.

Para el pago de la deuda, los gobiernos de turno permitieron la sobreexplotació n y depredación de los recursos naturales, causando daños ecológicos irreversibles, y, lo más grave, hundieron en la pobreza material y espiritual a la mayor parte de ecuatorianos.

Perdón y olvido para los gobiernos que han vendido la Patria?

Los gobiernos de Hurtado y Febres Cordero, en los años 80, obligaron al Banco Central a asumir 1.600 millones de dólares de la deuda de la banca privada, causando su quiebra no declarada en los 90 y sometieron al país a renegociaciones nefastas de la deuda con el Comité de Gestión y el Club de París.

El gobierno de Sixto Durán Ballén renunció a la prescripción de la deuda con la banca privada en 1992 por un valor de alrededor de 7.000 millones de dólares. Esta deuda que debía ser extinguida por el derecho de prescripción, fue canjeada en 1995 por bonos Brady valorados en 5.839,15. En esta negociación se hizo caso omiso del valor de mercado de los papeles de deuda antes del canje, que no pasaban del 10%.

Cuatro años más tarde, en 1999, sobrevino la crisis bancaria. El gobierno de Mahuad permitió a la Banca un saqueo de alrededor de 8.000 millones de dólares. Los funcionarios del Banco Central acolitaron este atraco.

El 28 de agosto de 1999 el Ecuador suspendió el pago de intereses a los tenedores de Bonos Brady con Descuento y posteriormente se aplicó a los tenedores de los otros bonos. Esta suspensión de pagos del servicio de la deuda obedecía al enorme peso de la deuda y la consecuente crisis financiera en la que se dio el mayor atraco de los fondos del Estado y de los ahorristas por la banca privada, hundiendo al país en una crisis económica y social profunda. En el año 2000, el servicio de la deuda equivalía a 81% del ingreso corriente del presupuesto, la pobreza se incrementó del 50% al 80% de la población, 31 niños morían cada día por falta de SSB. Frente a esta situación JUBILEO 2000 Red Guayaquil exigió la condonación total de la deuda bilateral y la reducción del 75% de deuda con bonos Brady, de conformidad con el precio de mercado del momento: 25 % de su valor nominal.

El gobierno de Gustavo Noboa Bejarano retomó los bonos Brady viciados de ilegitimidad para canjearlos por bonos global, mediante una negociación favorable a los intereses de los acreedores y perjudiciales para el país.

Aspectos negativos de la negociación:

Esta negociación como otras de esta clase fue manejada por los acreedores en función de sus intereses.

La iniciativa de la negociación fue trasladada a la empresa “Salomón Smith Barney Inc.”, de New York., con el aval del FMI. La empresa Salomón Smith Barney es una división del Citigroup, especializada en asesoría de inversiones

Un canje muy por encima del precio de mercado. A la fecha del canje, el precio de los bonos ecuatorianos en el mercado había descendido al 25% de su valor nominal. Los 6.298 millones de dólares canjeados, valían entonces 1.575 millones, sin embargo se canjearon por 3.950 millones que equivalen a un precio equivalente al 66% del valor nominal, perjudicando al país en 2.375 millones pagados en exceso.

Elevadas tasas de interés: 12% para bonos globales a 12 años; y hasta 10% para los bonos de 30 años. Estas tasas son muy superiores a las tasas de los bonos Brady.

Auto sanciones. En caso de mora, Ecuador aceptó una penalidad equivalente al 30% del valor original de los nuevos bonos si el atraso se produce dentro de los primeros tres años; 20% a partir del cuarto año; y 10% desde el séptimo año. De darse este castigo, el pago se haría mediante la emisión de nuevos bonos.

Obligación de recompra de bonos: De acuerdo a las cláusulas de la negociación, Ecuador debe comparar anualmente, a precio de mercado, el 10% de los bonos a 12 años, a partir del sexto año; y 3% anual, a partir del año 13, los papeles de los bonos 30 años.

Servicio de deuda superior al de los bonos Brady. Luego de un alivio temporal, el servicio total de los bonos Globales, este sería superior en al menos 3.000 millones de dólares al de los Brady, lo que representa, en la práctica, un nuevo endeudamiento.

Se crea un fondo para pagar la deuda. Mediante ley se crea un fondo (FEIREP) con los nuevos ingresos petroleros de crudos pesados y el diferencial de precios entre lo presupuestado y el precio de mercado. Con esta garantía, los papeles de la deuda ecuatoriana se han mantenido en el mercado con un precio del 100%, mientras crece la desigualad y la pobreza en la población.

Indicios de nulidad del contrato. El contrato “Dealer Manager Agreement”, suscrito el 26 de julio del año 2000 está viciado de nulidad por cuanto no se había promulgado todavía el Decreto Ejecutivo que autorizaba su existencia, entrando en vigencia el 22 de agosto del 2000, cuando es publicado en el Registro oficial.

Ilegalidad en la venta de bonos global sobrantes al B. del Pacífico y Filanbanco. “Lamentablemente, esta decisión y acción del señor Ministro de Economía y Finanzas recae en una figura tipificada y sancionada como delito, cuando aprovechándose del cargo que ejercía ha favorecido a dos personas jurídicas, en contra de expresas disposiciones reglamentarias, permitiendo la realización de negocios con el Estado…”

Lo expuesto anteriormente demuestra, una vez más, que los mejores garantes de los intereses de los acreedores de la deuda externa han sido los gobernantes de los países deudores. Los diversos arreglos de esta deuda eterna, la historia lo demuestra hasta la saciedad, se ajustan a las demandas de los acreedores, y no a los intereses del país.