fragmento asíncrono

¿Quién es Joaquín Villalobos?

Circuló ayer viernes en debateducacion el artículo "De Robin Hood a Pablo Escobar" publicado en un reciente libro editado por el Diario Hoy. Su lectura pudo confundir a alguno ya que se recurre al prestigio de la guerrilla salvadoreña, o puede servir como justificación a las posiciones de algún otro.

En la introducción sobre el autor se precisó: "Texto de JOAQUÍN VILLALOBOS, ex guerrillero salvadoreño y ex comandante del FMLN, analista político y consultor para la resolución de conflictos internacionales. "

Lo que se dijo es verdad, pero no es la verdad completa; no se nos dijo por ejemplo quien lo ha contratado como consultor y a quien benefician sus análisis políticos.


Una búsqueda en google de la expresión "Joaquín Villalobos", asesor de Uribe, incluyendo comillas en "Joaquín Villalobos", para limitar la búsqueda, nos presenta 494 resultados.

Entre esos 494 documentos, se puede consultar por ejemplo, la Revista Digital de Cultura Cubana, La Jiribilla. Año IV, semana del 6 al 12 de agosto de 2005:

Resulta que el asesor de Álvaro Uribe y ex guerrillero salvadoreño Joaquín Villalobos, desmanteló su organización el Ejército Revolucionario del Pueblo y además de colaborar en la prestigiosa página de opinión del diario madrileño El País, es el asesino del poeta Roque Dalton (intentando hacer aparecer como ejecución, para justificar el incalificable crimen, el futuro politólogo acudió a una canallada suplementaria pero, eso sí, de un claro pragmatismo: propalar el rumor de que Roque Dalton era un agente de la CIA).

El primer jefe de redacción de la revista cultural El Caimán Barbudo, ensayista y novelista, más conocido como poeta, Guillermo Rodríguez Rivera en el artículo "Un politólogo izquierdista pragmático" escribe: (copio un fragmento y recomiendo la lectura del artículo completo)
http://www.lajiribi lla.cu/2005/ n222_08/222_ 19.html

"(...) Acaso en gestos como ese radique el pragmatismo de izquierda que le atribuye a Lagos uno de los más recientes politólogos que ha florecido en los tiempos que corren.

Me refiero a Joaquín Villalobos, ex comandante guerrillero de El Salvador, antiguo jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo y actual colaborador de la más exigente prensa de Europa y América. El propio Villalobos no vacila en ubicarse a sí mismo en esa peculiar tendencia que parece querer combinar a Marat con John Dewey.

Ser de izquierda es costoso: supone enfrentar a los dueños de la riqueza, que equivale decir a los dueños del poder, con los riesgos de todo tipo que ello implica.

Puede uno incluso ser asesinado.

Pero nadie quiere confesarse derechista. No viste bien, no es elegante. Muchos han encontrado la fórmula ideal: usar el nombre de la izquierda para asumir el programa de la derecha.

Villalobos participó en el proceso de pacificación de su país, prácticamente desmantelando su organización. Mientras jefes guerrilleros como Shafick Handal pasaron a integrar un Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional que es una de las principales fuerzas de la vida política nacional y que continúa en la legalidad el programa de izquierda de las guerrillas, Villalobos optó por una beca en Oxford que le llevó a establecerse desde entonces en Inglaterra y hacerse, unos años después, catedrático en esa exclusiva universidad británica, no sé al amparo de cuáles méritos académicos.

Para la reacción internacional, Joaquín Villalobos tiene un mérito excepcional, aunque ese mérito sea también motivo de execración no solo para las izquierdas, sino simplemente para las personas decentes del mundo: el politólogo oxfordiano es el asesino del poeta Roque Dalton.

Hace algunos años murió en California, con un nombre falso para evitar ser reconocido, Ramón Ruiz Alonso, el hombre que en la Granada del alzamiento fascista contra la II República Española, detuvo en agosto de 1936 a Federico García Lorca y lo llevó al gobierno militar comandado por el entonces capitán Valdés, del que solo saldría para ser asesinado. El jefe granadino consultó a su vez al jefe fascista de toda Andalucía, el general Queipo de Llano, quien le ordenó a Valdés que matara al poeta.

Villalobos sumó en sí, e incluso sobrepasó, a todos esos criminales del fascismo español. Fue el Ruiz Alonso que prendió al poeta; fue el capitán Valdés que lo encarceló, fue el general Queipo que ordenó su muerte y seguramente estuvo entre los que directamente cometieron el asesinato.

Para justificar el incalificable crimen, el futuro politólogo acudió a una canallada suplementaria pero, eso sí, de un claro pragmatismo: propalar el rumor de que Roque Dalton era un agente de la CIA.

Le pareció que el descalificar a su víctima hacía menos grave su culpa, y si lograba que se creyera la nueva infamia, hasta podría parecer justificado el asesinato que él intentaba hacer aparecer como ejecución. Claro que los que conocíamos al hombre íntegro, al revolucionario verdadero que fue hasta su asesinato el poeta Roque Dalton no nos dejamos engañar por el rumor.

Joaquín Villalobos reunió en su persona todas esas infamias, con el absoluto agravante de que los asesinos de García Lorca eran fascistas declarados, abiertos enemigos del poeta republicano, izquierdista y homosexual, mientras que Villalobos dirigía la organización guerrillera en la que militaba Roque Dalton.

Ruiz Alonso fue a morir, avergonzado, a un oscuro pueblo de California con el nombre cambiado, temeroso de que alguien descubriera en él a quien propiciara el asesinato del más importante poeta que había nacido en su ciudad. A Villalobos le falta ese último pudor: pavonea su infamia por el mundo sin temor de que descubran quién es: conjuntamente, el Ruiz Alonso, el Valdés y el Queipo de Llano que propició, encarceló, ordenó el asesinato y mató al mayor poeta de la historia de su país.

Ahora, el ex comandante oxfordiano (¿podría llamársele ex-ox) hace análisis brillantes: predijo, por ejemplo, que el presidente Hugo Chávez perdería el referéndum que cómodamente ganó en agosto del pasado año (2004). Equiparó, simplemente, la situación de Venezuela con la de la Nicaragua invadida por los contra organizados y abastecidos desde Honduras por el gobierno de Reagan. Se ha convertido en el asesor de Álvaro Uribe, el mandatario colombiano, que ha entregado su país a las fuerzas yanquis organizadas en el llamado plan Colombia, y que mucho más claramente que a esa supuesta izquierda pragmática, cabría ubicar en la derecha postergada.

Ese es el pedigree del oxfordiano politólogo de la izquierda pragmática que le ha nacido a la América Latina y que colabora en la prestigiosa página de opinión del diario madrileño El País.

Alguna vez le escuche decir al poeta Eliseo Diego con respecto a los asesinos de García Lorca: “Que Dios los perdone. Yo no puedo”.

¿Se animará Dios a perdonar a Joaquín Villalobos? No lo sé. Acaso sí, porque se dice que Dios es infinito en su benevolencia. Pienso que las simples personas decentes del mundo no pueden."

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Hasta aquí el testimonio del poeta Guillermo Rodríguez Rivera. Ojalá alguien que conozca el libro publicado por el Diario Hoy nos proporcione referencias suplementarias para poder entender lo que este "comercio" se propuso en realidad con la publicación del libro. Por mi parte solo sé que en la recopilación, entre los connotados cronistas están nada menos que:

Miguel Ángel Bastenier, subdirector del diario El País de España, cuya objetividad remarcable ya la hemos sufrido.

Daniel Samper, si se trata de Daniel Samper Pizano, sería el Columnista de EL TIEMPO y El Nuevo Herald encargados de las relaciones públicas del gobierno de Colombia, en Bogotá y Miami.

Paco Fierro