fragmento asíncrono

CRACK FINANCIERO MUNDIAL Y PRESUPUESTO DE EGRESOS 2009 (PRIMERA PARTE)

Lino Perea Flores (*)

La crisis financiera por la que atraviesan los Estados Unidos y sus repercusiones globales, son un reflejo de las condiciones que prevalecen hoy en el mundo económico desarrollado, principalmente en este país se deben a la adquisición de las hipotecas subprime y a la emisión de obligaciones en malos préstamos apoyados con capital de riesgo provenientes de endeudamientos onerosos, que para especular fueron adquiriendo grupos financieros como Citigroup, Merrill Lynch, Bear Stearns que fue comprado por JP Morgan en marzo de este año, y últimamente Lehman Brothers.

Lo irónico es que México ya pasó por un trance similar, con un resultado producto de un sobre endeudamiento público durante veinticinco años, que generó la quiebra de la banca mexicana que tuvo que pasar a manos extranjeras, con tasas de inflación y de interés que se fueron al cielo, con múltiples macro devaluaciones que provocaron que el desempleo se disparara, que hubiera masivas fugas de capital, y que se tuvieran que ir veinticinco millones de mexicanos del país; otros resultados fueron el ingreso al TLCAN y un gigantesco rescate de protección al ahorro bancario a través del FOBAPROA, hoy IPAB, que sigue siendo un gran pasivo para México.

En este sentido, Wall Street no parece estar en sus mejores días, de hecho el problema es tan grave que en el presente año ya tuvo que intervenir la Reserva Federal y la oficina del Tesoro de ese país del norte, siendo la semana que pasó una de las más traumáticas para el panorama financiero mundial. Sin lugar a dudas, una de las causas y consecuencias de la problemática de la debacle financiera de Estados Unidos, tiene que ver con la crisis energética producto del agotamiento de los hidrocarburos en el mundo, que entre otras cosas comienza a provocar un ominoso fenómeno inflacionario por los altos precios del crudo en el orbe.

El problema es tan grande que ha afectado a las economías más fuertes del planeta, porque países tan fuertes económicamente como China, Japón, Alemania, Inglaterra, Francia y Canadá, se han visto ya afectados porque se ha contraído la demanda en Estados Unidos; pero evidentemente, también se ha afectado la economía mexicana y por ende la veracruzana, ya que dependemos casi en su totalidad de los recursos federales.

Existen grupos financieros como el Bank of America, Morgan Stanley o Goldman Sachs que se espera no sean arrastrados por esta situación, aunque habrá que esperar a que la economía estadounidense se comience a recuperar, aunque todo dependerá de su mejor desempeño en el último trimestre de este 2008. La editora de la revista Fortune, Bethany Mac Lean, desde agosto de 2007, ya hablaba de que las grandes empresas calificadoras como Standard and Poor´s, Moody´s y Fitch Ratings, demostraron su incapacidad para calificar los créditos para las hipotecas subprime, subestimando los riesgos de una manera hasta irresponsable.

Es en este entorno recesivo que se acaba de presentar ante el Congreso de la Unión de México, el Presupuesto de Egresos 2009, por parte de Agustín Carstens, Secretario de Hacienda y Crédito Público.

Como era de esperarse, a muy pocos satisfizo este presupuesto que tiene básicamente dos prioridades, la seguridad pública y el desarrollo social, con mínimos recortes en educación y agricultura; no obstante, para su financiamiento se requieren ingresos por impuestos. Por ello, es menester recordar a nuestros legisladores que para que haya un presupuesto creciente y suficiente, es necesario que todas las empresas de México sean saludables y competitivas, incluyendo a Petróleos Mexicanos, porque a veces se da la impresión de que el Congreso solo centra su atención en la Reforma Energética, y ahora en la inseguridad, lo que no habrá de resolver los problemas por ejemplo de las PYMES, que en el último de los casos contribuyen con la mayor cantidad de empleos en México y el mundo.

El punto es que tratar de criticar un presupuesto porque consideran o no ciertos sectores, aunque se pretenda deja de lado el problema de como el país puede crearle mejores condiciones a la población de México, que no solo se resuelve con más subsidios a los pobres porque para ello, se requieren generar más impuestos para financiar presupuestos más grandes, lo que requiere generarle mejores condiciones de crecimiento a las empresas, ya que son las únicas que pueden incrementar los impuestos. Si las empresas andan mal, los ingresos por impuestos al erario federal andarán mal, por lo que un expediente fácil sería recurrir otra vez al endeudamiento público. Pero ya vimos lo que nos sucedió; así fue y así nos fue.

(*)Maestro en Ciencias y Doctor en Economía por la London School of Economics and Political Science, de la Universidad de Brunel y la Universidad de Londres, Inglaterra.