fragmento asíncrono

Ilegal renegociación de contratos petroleros

“Por el bien de todos, primeros los pobres”, manifestó el presidente Rafael Correa, en su informe semanal del sábado 6 de septiembre, metiéndose por segundos a los oyentes y televidentes que espectaban con atención al primer mandatario.

A nuestro pueblo ahora se le llena con lindas promesas como aquellas que ofrecen salud para todos y todas; educación hasta el tercer nivel; que de la noche a la mañana el millón de niños pobres que trabajan en las fábricas, en las bananeras, en las calles y plazas de las ciudades, tendrán las barriguitas llenas y las escuelas prestas a recibirlos; que se acabará con la Tercerización , loables propósitos amigo (a) lector.

Para hacer realidad este bello sueño que el pueblo apoya con el SI, es imperativo cuidar y preservar en manos del estado la fuente de riqueza petrolera que tiene el país, para que en proyectos sociales de largo aliento, existan los fondos suficientes para construir más escuelas, pagar sueldos dignos a los maestros; contar con más hospitales bien equipados, con médicos y enfermeras bien pagados, a fin de garantizar la atención sin costo. Si esta condición no se cumple, tendremos la mejor constitución del mundo, pero sin plata para hacerla realidad.

El pueblo ecuatoriano votó hace casi dos años, para que el presidente Rafael Correa no continúe las mismas prácticas neoliberales –entreguistas- de sus antecesores, que autorizaron la venta de campos petroleros a la empresa privada, que alentaron la renovación de los mismos, en franco perjuicio a los intereses nacionales. Él mismo dijo ante el pueblo que sería “TRAICIÓN A LA PATRIA ” ceder campos petroleros en plena producción”.

Personajes como el ex presidente Gutiérrez, están marcados por la traición y no merecen apoyo alguno del pueblo, que lo saco del poder por haberlo defraudado. Y más aún que pretenda liderar junto con Nebot, la campaña por el NO, cuando fueron ellos co responsables de la tragedia nacional.

Entrando en materia, salvo la reversión del Bloque 27 de la petrolera City (3300 barriles por día), que pasó a manos estatales, es Rafael Correa quien desconoce la capacidad de los ecuatorianos al negarle a Petroproducción el derecho de explotar los campos petroleros a su cargo, aduciendo que no está capacitado, que tiene serias limitaciones. Pero olvida el presidente que el 95% de los campos que se explotan en el país, fueron descubiertos y desarrollados por ecuatorianos, a través de la desaparecida CEPE, hoy Petroproducción. La eficiencia de los técnicos nacionales se demuestra con hechos, así: el nuevo campo Arazá, con un aporte de 2400 barriles por día; el aumento de la producción en 2566 barriles con la perforación de los pozos Guanta 18D, 19 y Sacha 180, es otra prueba de la solvencia profesional de los ecuatorianos.

Sin embargo, mientras los técnicos estatales descubren más reservas, el gobierno sigue entregando al sector privado el fruto del esfuerzo nacional. En efecto, el campo Quilla, Aguajal, Pacay y Pañacocha, hoy están a cargo de la Sociedad Anónima Petroamazonas (Bloque 15, ex OXY) que nunca pasó a ser estatal y hoy es manejada por la empresa privada. Al respecto, en una nota publicada por el Diario El Comercio, el pasado mes de agosto, el Eco. Wilson Pastor, gerente de Petroamazonas S.A. declara textualmente: “ Nosotros vamos a prestar servicios a Petroproducción…” El hecho de que se haya convertido al Bloque 15 en una empresa de servicios petroleros, le ubica como empresa privada, pues como dice la nota de prensa “…se deja la posibilidad de que operen otros campos del sector estatal…”. Y de qué manera, mediante decretos ejecutivos expedidos por el Eco. Correa.

El concepto de empresa pública para el actual gobierno, implica necesariamente abrir al sector privado al menos el 49 % del reparto multimillonario de la actividad petrolera. Por ello es que, en el Art. 315 y 316 del proyecto constitucional, se plantea la posibilidad de crear empresas de economía mixta, donde el estado permita -por Ley- la delegación al sector privado la explotación de los recursos naturales, de forma directa.

Campos grandes como Shushufindi, Sacha, Auca, Libertador, Lago Agrio, con las más grandes reservas de crudo del país, cuya explotación no implica riesgo alguno, habida cuenta que solo se tiene que reacondicionar los pozos cerrados o, perforar en zonas donde hay certeza plena de la existencia de hidrocarburos, corren el riesgo de ser privatizados, bajo la figura engañosa de empresa pública de economía mixta.

El campo Pucuna y Singue también del estado, fueron licitados a la Cia. Dygoil , de manera ilegal y fraudulenta. Lo propio está a punto de suceder con la entrega de los campos Armadillo, Tapi, Tetete y Frontera.

El Art. 74 de la Ley de Hidrocarburos vigente, dice en el numeral 1 y 6 que serán causales de caducidad de los contratos petroleros (lo que implica la reversión de los mismos a Petroecuador), el NO PAGO DE IMPUESTOS Y DE MÁS OBLIGACIONES DE LEY (1), y la NO INVERSIÓN EN LAS CANTIDADES MÍNIMAS ANUALES (2), exigidas en los contratos.

En el primer caso, empresas como Repsol YPF, Andes Petroleum (Petrooriental), Petrobrás, Perenco, etc, han dejado de pagar las obligaciones tributarias impuestas por el Decreto 42 y el 99-1, que redistribuye el excedente de los precios del barril del petróleo, sumando casi USD. 1000 millones de dólares de deuda, que nunca ingresaron a las arcas fiscales. Más bien, el gobierno cede a las presiones del sector privado para bajar el 99- 1 a un 70-30.

La segunda causal de caducidad estriba en la baja ostensible de la inversión de las privadas en los campos a su cargo. La prensa en Ecuador denunció hace pocos días que -según datos oficiales- las petroleras han reducido cerca de USD. 400 millones entre 2007 y 2008. La inversión descendió bruscamente de USD. 1535 millones a 1169 millones.

El resultado de la baja de inversión afecta los ingresos del estado pues la producción de las privadas decreció, según el Diario la Hora , a 240.674 barriles por día. Solo Repsol, decreció la producción de 52 mil barriles a 49 mil.

Las demandas internacionales le llovieron al gobierno de la “revolución” socialdemócrata, afectando la soberanía jurídica del Ecuador y, a pesar de aquello, el régimen auspició la renegociación de los contratos. A quién sirve Galo Chiriboga, ministro del ramo? Ud. saque sus propias conclusiones.

“Antes todo era para lo bolsillos privados, eso era el neoliberalismo”, dice el presidente sin tapujos. Verdades a medias pueblo ecuatoriano, sino cómo se puede aceptar que el gobierno pacte la renovación de contratos petroleros sobre la base de tantas irregularidades. Altos costos de producción, sobreexplotación indiscriminada de yacimientos, cientos de multas por incumplimientos contractuales, etc, etc, todo se pasa por alto para dar continuidad a la larga noche neoliberal del saqueo petrolero.

El país debe conocer que de cada 5 barriles que se hallan en el subsuelo, 4 están todavía en manos del estado, a través de Petroecuador, o dicho de otra manera: +/- 4500 millones de barriles son las reservas de crudo remanente de Petroproducción, mientras que las privadas tienen menos de 800 millones. Pero el reparto de la producción es completamente desigual, 4 de cada 5 barriles de crudo se reparten las petroleras extranjeras, mientras al estado le entregan solo un barril.

Con mano de obra ciento por ciento ecuatoriana, con tecnología de punta que se adquiere en el mercado local, con plata nuestra las transnacionales petroleras, mineras y telefónicas ha tenido en el actual régimen a su mejor aliado.


PRENSA ALTERNATIVA