NUEVA YORK, EU.- Miles de inmigrantes recordarán 2008 como un mal año para su causa ante el fracaso de los esfuerzos para concretar una reforma migratoria, el incremento de las redadas y los crímenes de odio racial, coinciden en señalar grupos de activistas.
Cifras de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales revelan que durante 2008 fueron presentadas mil 300 medidas relacionadas con inmigración en 41 estados, en su mayoría para limitar la inmigración indocumentada y la expedición de licencias.
Además, numerosas autoridades locales asumieron el papel de agentes de inmigración. A esto se añadió un aumento de las redadas y las deportaciones masivas.
El Departamento de Seguridad Nacional registró un aumento de 20 por ciento en las deportaciones hacia países latinoamericanos, comparado con 2007, con una cifra récord de 323 mil inmigrantes expulsados del país.
A lo largo del año que termina se multiplicaron los brotes de ataques a inmigrantes promovidos por el odio racial. Aún el cosmpolita Nueva York fue escenario de varios de estos crímenes.
El 18 de agosto, autoridades buscaban al conductor que estrelló su camioneta contra tres negocios propiedad de mexicanos en Staten Island en lo que fue catalogado por muchos como un incidente de odio racial.
Algunos testigos dijeron que vieron a un hombre blanco conducir la camioneta de color rojo que se estrelló contra los negocios, frecuentado por mexicanos e hispanos.
El 8 de noviembre un grupo de jóvenes salió literalmente a la caza de "mexicanos". Siete jóvenes del condado Suffolk de Long Island apuñalaron mortalmente al inmigrante ecuatoriano Marcello Lucero, de 36 años, en lo que las autoridades han catalogado como un crimen de odio racial.
Familiares de la víctima y lugareños llamaron a legisladores locales a respaldar esfuerzos por mejorar las relaciones entres los diversos grupos étnicos y prevenir crímenes de odio contra inmigrantes, dijo Fernando Mateo, director de Hispanic Across America.
En otro hecho similar, José Osvaldo Sucuzhañay fue atacado en Brooklyn el 7 de diciembre a manos de jóvenes que lo golpearon con un bat de béisbol de aluminio mientras prófería insultos raciales. Días después y tras permanecer el estado de coma, Sucuzhañay murió.
Jordan Gruver, un joven de origen indígena que nació en Estados Unidos, sobrevivió luego de una golpiza que le propinaron integrantes del supremacista blanco Klu Klux Klan (KKK) que lo confundieron con "un latino ilegal".
Ana María Archila, directora de Se Hace Camino Nueva York, dijo que hay una relación directa entre la retórica antimigrante y los crímenes de odio, en particular contra los latinos.
Según Archila, las comunidades inmigrantes deben trabajar unidas y construir alianzas para eliminar las tensiones que llevan a la violencia.