Su majestad, el señor Presidente de la Republica del Ecuador Eco. Rafael Correa Delgado, lo dijo: Deseo que Repsol YPF sea la empresa emblemática, un modelo de como se deben hacer las cosas en el país. También manifestó: Mi gobierno esta empeñado en conseguir que las empresas como Repsol puedan hacer negocio en Ecuador.
Semejantes declaraciones de su excelencia nos causa estupor e indignación pues es evidente como se pretende socapar a empresas que lejos están de ser un modelo emblemático, dentro de la operación petrolera nacional. Sino revisemos ciertos datos que la prensa ha publicado en estas semanas:
Repsol YPF es declarada en rebeldía por no comparecer por tres ocasiones a la Audiencia de Mediación convocada por la Defensoria del Pueblo de Orellana, ante la demanda interpuesta por la Comunidad Dicaro , conformada por habitantes waoranis que habitan el Parque Nacional Yasuní, a consecuencia del desastre ecológico causado por el derrame aun no cuantificable de miles de barriles de petróleo y aguas de formación, hecho acaecido el pasado 1 de enero de 2008.
Repsol YPF baja la producción de 59.000 barriles (bls.) de crudo por día en 2007, a 53.000 bls. en 2008. La baja en la producción se debe a la declinación natural de la producción y a que no se han perforado mas pozos, según explica el gerente del Bloque 16, Edgar Delgado. No se justifica la inversión pues al estar vigente la Ley 99-1 del reparto del excedente del precio del barril del petróleo, para las compañías, no lo hace viables, señala el vocero de Repsol.
Al respecto, alevosamente la compañía amenaza al gobierno con demandarlo ante cortes internacionales si no se deroga la Ley 99-1 y le dio plazo de seis meses para que rectifique, pues se sustenta en el oprobioso tratado de protección de inversiones que Ecuador mantiene con España. Cuanto atrevimiento, su majestad!
Según la revista El Petrolero, en su edición 21 de octubre de 2005, Repsol no pago un solo centavo de impuestos desde 1997 al 2004 y, en lugar de hacerlo ha demandado al país ante las cortes internacionales por el caso de la devolución del IVA petrolero. En el mismo medio se recalca la deuda de 271.060 bls. de crudo ( USD. 27 MILLONES) por un préstamo que le hizo Petroecuador para las pruebas de funcionamiento del OCP, en 2003. Si señor presidente, Repsol YPF le adeuda a su gobierno cerca de 100 MILLONES por tarifas no pagadas por el transporte de crudo por el SOTE.
La emblemática empresa tiene varias glosas impuestas por el Sistema de Rentas Internas (SRI), una de 81 MILLONES y otra por 2,5 MILLONES, por evasión tributaria durante el año 2000 y 2001.
Sumemos a estos datos de prensa el hecho gravísimo de que casi todos los pozos en producción, ya sea en el Bloque 16, campos Bogi Capirón o Tivacuno que suman mas de 100-, están literalmente inundados de agua, la misma que llega en promedio al 95% de BSW, restando solo un 5% de crudo neto que representa los 53 mil bls. que produce la compañía. Y todo a consecuencia de la sobreexplotación descontrolada que ha incrementado los volúmenes de agua toxica extraída, a casi 1 MILLÓN de bls., que son reinyectados a zonas acuíferas, con la consiguiente afectación ambiental.
Modelo de empresa es Repsol YPF, ejemplo emblemático según su majestad, hoy presidente de la republica, pero se olvida reconocer que esta empresa al igual que Perenco, AGIP, Petrobras, Andes Petroleum, City-, es una de las compañías declaradas en rebeldía tributaria, al desconocer el propio mandato presidencial de la Ley 42 y 99-1, y no pagar cerca de 800 millones dólares, monto que adeudan al país.
Emblemática empresa según su majestad, que hace beneficiosos negocios con su gobierno para esquilmar al pueblo ecuatoriano el 82 % de la producción diaria de crudo, o sea 44.000 bls/día, al precio internacional actual, son CUATRO MILLONES DE DÓLARES DIARIOS DE INGRESOS, los que se lleva la empresa multinacional española. Y cuanto le deja al Ecuador? Tan solo 9500 barriles, o sea menos de un millón de dólares diarios.
Lo escandaloso para un país pobre y necesitado como el nuestro es que son técnicos ecuatorianos en su totalidad, los que sirven a un selecto staff de ejecutivos extranjeros -que no llegan a diez-, en representación de la petrolera Repsol YPF.
La Ley de Hidrocarburos es terminante sobre las causales de caducidad del contrato como la evasión del pago de impuestos o cualquier otra obligación tributaria; la sobreexplotación indiscriminada de los yacimientos que afecte los intereses nacionales; una operación que demuestre negligencia y afecte a las condiciones de vida de las comunidades, como es el caso del derrame en el Parque Nacional Yasuní, que ya se hizo referencia.
Su majestad pronuncia un discurso barnizado de demagogia izquierdista a la hora de encandilar a nuestro pueblo, pero se declara el mejor aliado de la empresa privada, el momento de garantizar la seguridad jurídica y la renovación del contrato con Repsol YPF, por siete años mas, es decir, hasta diciembre de 2018.
La Ley castiga a cualquier funcionario del gobierno por acciones dolosas, que perjudiquen el interés publico, pero también por sus omisiones, al consentir y alcahuetear a empresas inescrupulosas que ostentan contratos con el estado. La Ley sanciona actos colusorios en los que dos sujetos se ponen de acuerdo para afectar a un tercero, como es el pueblo ecuatoriano y la nación en su conjunto. Al igual que en el caso de Petrobras, existen evidencias jurídicas y técnicas que sustentan la reversión al estado de los campos operados por Repsol. Con el estribillo de la revolución ciudadana se pretende esconder bajo la alfombra de Carondelet, el pasado oscuro de las petroleras, defendiendo posiciones escandalosas a favor de empresas "emblemáticas", según palabras de su excelencia, el señor presidente de la republica.
Ahora mismo, el mandatario de Ecuador, visita Europa, si duda para reafirmar la decisión del gobierno de intensificar relaciones comerciales en materia migratoria e hidrocarburíferas. Ojala no se le ocurra -por congraciarse con su homologo Rodríguez Zapatero-, ofrecer mas concesiones petroleras a una compañía descalificada, como es Repsol YPF de España.
PRENSA ALTERNATIVA
