fragmento asíncrono

Humillados y ofendidos

Guillermo Navarro Jiménez

Últimos eventos políticos, por la forma en que se han sucedido y los argumentos que se han exhibido, han terminado por humillarnos y ofendernos.

¿Como no sentirnos humillados, cuando la decisión que expresamos el 64 por ciento de ecuatorianos a favor de la aprobación de la Nueva Constitución , es echada, conjuntamente con el texto constitucional, al cesto de la basura cuando los miembros del Tribunal Constitucional, por sí y ante sí, violando lo que establece el artículo 434 de la constitución y mal interpretando lo estipulado en el artículo 27 del Régimen de Transición, asumieron la condición de magistrados y las funciones de la Corte Constitucional ?
¿Como no sentirnos humillados, cuando la autoproclamada Corte Constitucional no solo se autoproclama, sino también interpreta la Constitución y resuelve regular el trámite de los procesos constitucionales relacionados con las garantías de los derechos, así como las demás atribuciones de la Corte Constitucional establecidas en la Constitución, sin tener ninguna atribución para ello?
¿Como no sentirnos ofendidos en nuestra inteligencia, cuando los miembros del fenecido Tribunal Constitucional tratan de convencernos de su comportamiento respondió a su magnanimidad para no dejar a la ciudadanía en indefensión; que su autoproclamació n y su interpretació n del Régimen de Transición, ambos violatorios de la Constitución, fueron actos obligados por la Asamblea Nacional, la cual, según su opinión, “no tomaría una decisión respecto del vacío en el Régimen de Transición, porque en convocatoria de la sesión de reinstalación del Pleno de ese organismo, el 23, no constaba un punto sobre ese tema”?

¿Como no sentirnos ofendidos en nuestra inteligencia, cuando el Tribunal Constitucional trata de convencernos que la Asamblea Nacional , debía inexorablemente tomar una decisión el día 23 y que no podía hacerlo en ninguna otra fecha, so riesgo de dejar al país en la indefensión?
¿Como no sentirnos humillados, cuando contrariando todos los esfuerzos desarrollados para acabar con la ingerencia de los partidos políticos en las instituciones electorales, se designó como miembros del Consejo Nacional Electoral a reconocidos militantes de los partidos y movimientos políticos?
¿Cómo no sentirnos ofendidos en nuestra inteligencia, cuando se afirma que la selección se realizó estrictamente sobre la base de la participación ciudadana y de sus candidatos?

¿Como no sentirnos humillados, cuando un ex vicepresidente de Participación Ciudadana, entidad creada y financiada por USAID –institución que financia las actividades de la CIA-, es designado Presidente del Consejo Nacional Electoral, en momentos en que precisamente se estudia la infiltración de la CIA en el Ecuador?

¿Cómo no sentirnos ofendidos en nuestra inteligencia, cuando Omar Simón, flamante Presidente del Consejo Nacional Electoral, trata de convencernos de que no estaba enterado de su candidatura, que un amigo le había inscrito, que por casualidad encontró su nombre en la web de la Asamblea Nacional , cuando todos sabemos que es esposo de Tania Larrea, prima hermana del Ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, o de su cercana amistad con Santiago Pérez , encuestador del gobierno?

¿Cómo no sentirnos ofendidos que sea el Ministro de Seguridad Interna y Externa el que ejerza el poder real, al controlar el Tribunal Constitucional, el Consejo Nacional Electoral, la Asamblea Nacional como ya se advertirá próximamente, y no sea el Presidente de la República el que mantenga ese control, ejerza ese poder como corresponde?

¿Cómo no sentirnos humillados y ofendidos si nos consideran una sociedad de idiotas?