La fortuna pasó por las manos de niños de origen inmigrante, que este año también tomaron parte en el 'canto' de los números ganadores. Como Brandon Cabrera, hijo de una mujer dominicana, quien cantó el 32.365, el 'Gordo' del sorteo extraordinario de Navidad vendido en ocho provincias españolas (Alicante, Barcelona, Soria, Orense, Guipúzcoa, Jaén, Madrid y Zaragoza).
Brandon declaró estar "muy contento", en declaraciones a Cadena Ser y su madre, que estaba en la sala, dijo que "casi se desmaya" por la emoción que le causó que su hijo fuera el protagonista del día más esperado por los españoles.
Como sucede anualmente, los españoles se pegaron durante más de tres horas a las radios o frente a las pantallas de televisión para seguir el sorteo, cantado por alumnos del colegio de San Ildefonso, que antes era un orfanato, de 10 nacionalidades diferentes, entre ellos niños de Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y República Dominicana.
Los extranjeros son protagonistas de más de una anécdota. Como la de los tres ecuatorianos que trabajan para Ricardo Jiménez García, el dueño del bar Gari, en Soria. Entre un décimo del 'Gordo' y 15 décimos del tercer premio, ha ganado aproximadamente un millón de euros. El empresario ha decidio viajar a Ecuador con los tres sudamericanos para celebrar el premio.
Jiménez parecía tocado con la suerte. Pues uno de los billetes vendidos en su establecimiento, fua a parar a la cubana Yunia González de 31 años. "¿Sabes lo primero que hice al enterarme de que nos había tocado la lotería? Llamar a la empresa (de donde fue despedida hace poco) para darle en los morros".
Salim, un inmigrante de Bangladesh que lleva algo más de un año en Barcelona, era un hombre pobre antes de ayer. Tenía en su cuenta 17 euros y estaba desempleado. Pero de golpe, es dueño de los 300 mil euros que la ha tocado por un décimo. Con este dinero, ha dicho, piensa comprar un restaurante. Y seguramente una parte del premio, para su paisano Jamal Said, que le compró el billete.
Efecto de la crisis
La tradicional lotería española de Navidad, la más millonaria del planeta, acontecimiento seguido en directo por millones de españoles, repartió este lunes más de 2.000 millones de euros en premios, entre miles de españoles.
Este año la economía española está en plena crisis, con elevado aumento de desocupados y una caída generalizada del consumo, pero la voracidad para hacerse con los décimos, los billetes de Navidad, no cayó, según Loterías y Apuestas del Estado (LAE).
La crisis tuvo un impacto modesto en las ventas de billetes de lotería, con una disminución del 2,79% respecto al 2007, con un total vendido de 2.787 millones de euros. Del más del 11% de extranjeros que viven en España, los latinoamericanos son el colectivo que más lotería compra, según un estudio difundido por el diario 20 Minutos.
Cada jugador que haya comprado un décimo de 20 euros de una de las series de ese número, ganó 300.000 euros. Por superstición, los españoles se rindieron en los números terminados en 3, 5 y 7, los que han salido más en la historia.
Este año, como una especie de conjura, algunos días después del anuncio del despido de 1.680 trabajadores en la fábrica Nissan de Barcelona (noreste), los empleados y damnificados compraron juntos el número 01680.
También se jugó mucho al número de vuelo (5022) del avión de Spanair que se estrelló al despegar en Madrid el 20 de agosto, que causó 117 muertos y también la fecha de la victoria del equipo de fútbol de España en la victoria de la final de la Euro-2008, en Viena, frente a Alemania (el 29 de junio).
Brandon declaró estar "muy contento", en declaraciones a Cadena Ser y su madre, que estaba en la sala, dijo que "casi se desmaya" por la emoción que le causó que su hijo fuera el protagonista del día más esperado por los españoles.
Como sucede anualmente, los españoles se pegaron durante más de tres horas a las radios o frente a las pantallas de televisión para seguir el sorteo, cantado por alumnos del colegio de San Ildefonso, que antes era un orfanato, de 10 nacionalidades diferentes, entre ellos niños de Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y República Dominicana.
Los extranjeros son protagonistas de más de una anécdota. Como la de los tres ecuatorianos que trabajan para Ricardo Jiménez García, el dueño del bar Gari, en Soria. Entre un décimo del 'Gordo' y 15 décimos del tercer premio, ha ganado aproximadamente un millón de euros. El empresario ha decidio viajar a Ecuador con los tres sudamericanos para celebrar el premio.
Jiménez parecía tocado con la suerte. Pues uno de los billetes vendidos en su establecimiento, fua a parar a la cubana Yunia González de 31 años. "¿Sabes lo primero que hice al enterarme de que nos había tocado la lotería? Llamar a la empresa (de donde fue despedida hace poco) para darle en los morros".
Salim, un inmigrante de Bangladesh que lleva algo más de un año en Barcelona, era un hombre pobre antes de ayer. Tenía en su cuenta 17 euros y estaba desempleado. Pero de golpe, es dueño de los 300 mil euros que la ha tocado por un décimo. Con este dinero, ha dicho, piensa comprar un restaurante. Y seguramente una parte del premio, para su paisano Jamal Said, que le compró el billete.
Efecto de la crisis
La tradicional lotería española de Navidad, la más millonaria del planeta, acontecimiento seguido en directo por millones de españoles, repartió este lunes más de 2.000 millones de euros en premios, entre miles de españoles.
Este año la economía española está en plena crisis, con elevado aumento de desocupados y una caída generalizada del consumo, pero la voracidad para hacerse con los décimos, los billetes de Navidad, no cayó, según Loterías y Apuestas del Estado (LAE).
La crisis tuvo un impacto modesto en las ventas de billetes de lotería, con una disminución del 2,79% respecto al 2007, con un total vendido de 2.787 millones de euros. Del más del 11% de extranjeros que viven en España, los latinoamericanos son el colectivo que más lotería compra, según un estudio difundido por el diario 20 Minutos.
Cada jugador que haya comprado un décimo de 20 euros de una de las series de ese número, ganó 300.000 euros. Por superstición, los españoles se rindieron en los números terminados en 3, 5 y 7, los que han salido más en la historia.
Este año, como una especie de conjura, algunos días después del anuncio del despido de 1.680 trabajadores en la fábrica Nissan de Barcelona (noreste), los empleados y damnificados compraron juntos el número 01680.
También se jugó mucho al número de vuelo (5022) del avión de Spanair que se estrelló al despegar en Madrid el 20 de agosto, que causó 117 muertos y también la fecha de la victoria del equipo de fútbol de España en la victoria de la final de la Euro-2008, en Viena, frente a Alemania (el 29 de junio).