fragmento asíncrono

'Integrar' a los inmigrantes, un buen negocio para la crisis

Por MARÍA JOSÉ LLERENA (SOITU.ES)

Hoy se ha inaugurado en Madrid 'Integra', una feria que se vende como lugar de formación e información para inmigrantes, donde éstos pueden encontrar claves para buscar empleo y apañárselas en España. Y es cierto que es todo eso, pero un rápido vistazo al certamen revela que entre los stands de asociaciones y embajadas asoman menos discretos los mostradores de Mapfre, el Santander, Western Union, Marina d'Or... ¿Qué pintan éstos aquí? ¿Será que hay negocio en los inmigrantes? Eso parece. Algunos lo ven incluso como sector salvavidas ante la crisis.

"Perdone, señorita, no se tome a mal la pregunta, pero... ¿qué pinta un stand de Marina d'Or en este feria?". La chica, que se llama Marisol, se la toma a mal, claro, pero responde y aclara que Marina d'Or no es sólo la Ciudad de Vacaciones, sino que también vende casas en países como Marruecos o Ecuador.

Tal y como está el patio inmobiliario por España, las promotoras buscan fuera asideros para sortear la crisis. "Si aquí no se vende, habrá que intentarlo fuera, que salen mejor de precio", me explica, y asegura que el invento funciona: "Mi compañera y yo llevamos toda la mañana atendiendo a gente que vive aquí pero está interesada en comprar viviendas en Latinoamérica. Se acercan sobre todo ecuatorianos y peruanos". Marisol ofrece viviendas de tres dormitorios con zonas ajardinadas y vigilancia 24 horas en Guayaquil (Ecuador) por 40.000 euros.

Muchos inmigrantes latinoamericanos asentados ya en España han invertido también sus ahorros en apartamentos de la bandera de la empresa, el complejo de Oropesa de Mar que anuncia Anne Igartiburu. No en vano, en 2007 el 20% de las hipotecas concedidas fueron para inmigrantes.

Los inmigrantes representan ya un nicho de mercado del 11,6% en España, según el padrón del INE de 2008. No es como para pasarlos por alto, y como el mundo empresarial espabila pronto cuando huele a negocio, ahí están, adaptándose a sus necesidades para venderles lo que haga falta.

Mapfre, por ejemplo, destaca en su stand servicios como "remesas" o "repatriaciones (de fallecidos)"; Caja Madrid, sus hipotecas para que los inmigrantes compren casas en sus países de origen; Correos, su servicio de embalaje prepagado... Allí está también Carrefour, a sabiendas de que es la segunda superficie preferida por los inmigrantes en España después de DIA (no, DIA no está, no gasta en stands de feria).

Se frotan también las manos las compañías de teléfono. El estudio de Medios para Inmigrantes 2008, promovido por la Asociación para el Conocimiento de la Población Inmigrante (ACPI) revela que un 72,3% de los inmigrantes tiene teléfono fijo en casa y un 94,9% disponen de teléfono móvil. Son, además, clientes asiduos a las llamadas internacionales. Las compañías aprovechan la feria para cazar estos clientes vip.

Es la otra cara de esa moneda que algunos quieren vender cuando hablan de la inmigración. Tal y como llegan y se ponen a trabajar, se ponen también a consumir, a darle fuelle a la economía. Este sector de población es una fuente de riqueza cultural y social, pero también de riqueza de la otra.

Luisa y su marido, ecuatorianos ambos, pasean por la feria ajenos a estos planteamientos. Charlan un rato con sus compatriotas llegados de Santo Domingo de los Colorados para una actuación cultural en la feria. Curiosean en los stands, de donde salen siempre con una bolsa en la mano: "Nos dan regalitos en los mostradores: calendarios, caramelos, una flor...". Luisa aprovechará la visita para comprar algunos cosméticos de la marca Yan Bal, muy conocida en Latinoamérica, que ha montado su mostrador también para surtir a aquellas que echen de menos sus cremas de siempre. Su marido busca un stand en el que le han dicho que se sortea un viaje a Ecuador. "Es a donde le pide el corazón marchar, pero de momento nos quedamos acá", dice la mujer risueña. Luisa y su marido, de momento, se quedan. Y, claro, mientras estén, seguirán gastando.